El Papa responde. ¿Una iglesia reformada?

 El pasado 5 de Abril, mientras que nuestras calles se llenaban de pasos llevados a hombro o a costal acompañados por largas filas de nazarenos, penitentes y bandas de cornetas y tambores, se emitió el documental El Papa responde.

En él, un grupo de chicos y chicas, de edades no muy distintas a la mía y de diferente origen y etnias, algunos siendo ateos o perteneciendo a otras iglesias, con experiencias y puntos de vista muy diferente. Pero todos con el fin de hablar y plantear temas de actualidad que son escabrosos y espinosos para la Iglesia y el catolicismo.

Lo hacen frente a un Papa Francisco cercano y dispuesto a responder y ayudarles, que incluso les agradece su valentía para proponer temas claves. También podemos ver a un Francisco moderno que sabe sobre LGTBI+ y que es muy crítico con la propia institución de la que es cabeza. Refuerza de esta forma la imagen que se lleva construyendo a su alrededor de reformista de la Iglesia y que siento que intenta limpiarse la imagen. 

Ahora bien, ¿hasta donde va a reformar la iglesia?¿ sobre qué? 

El Papa comenzaba el documental diciendo que el cambio hacia una iglesia moderna debe ser un proceso continuo y empezado desde dentro. Sin embargo, también podemos ver que aun queda mucho por hacer y recorrer. Como por ejemplo en el papel de la mujer, el sexo, el porno, migración o de la pederastia en la iglesia.

estos temas tienen gran transcendencia en nuestra sociedad. Y es que no nos podemos olvidar que la Iglesia Católica, pese a la perdida de fieles de los últimos tiempo y la separación de los gobiernos al convertirse en aconfesionales, sigue teniendo una gran influencia y siendo una de las grandes organizaciones de solidaridad y ayuda social. Ya sea de forma directa o a través de Caritas y Manos Unidas. 

Hay que reconocer que su trabajo permite llegar y hacer frente a problemáticas que, por faltas de recursos o por desbordamiento, los países no llegan.  Pero por esto no debemos de dejar de exigirla que se actualice. Que vuelva a los valores que proclamaba en un principio (igualdad, respeto, amor, comprensión, etc.). Y pida perdón cuando sea necesario. Debido a que si no es así, estará manchando todo lo que hace y no permitirá avanzar a la sociedad a un mundo que, precisamente, quiere tener de base esos valores.